La comunidad de Cajicá vive una semana de incertidumbre tras la desaparición de Valeria Afanador, una niña de 10 años con síndrome de Down. Su rastro se perdió el pasado 12 de agosto cerca del río Frío, en inmediaciones del Gimnasio Campestre Los Laureles, su colegio.
A pesar de un operativo que involucra a más de 200 personas, todavía no hay pista clara sobre su paradero. La Fiscalía, la Policía y la Gobernación de Cundinamarca investigan varias hipótesis, entre ellas un accidente o un posible rapto.
La desaparición de Valeria
La última vez que se vio a la menor fue la tarde del 12 de agosto, cerca del río Frío. Una de las hipótesis es que Valeria pudo haber saltado una cerca del colegio y caído accidentalmente al afluente.
Sin embargo, las autoridades no descartan que haya sido víctima de un secuestro. Por esa razón, este miércoles se emitió una circular amarilla de Interpol ante el riesgo de que la niña haya sido sacada del país.
“Hay muchas hipótesis, pero vamos a seguir en esa búsqueda, en cada uno de los matorrales. No se descarta absolutamente nada”, dijo Manuel Afanador, padre de la menor.

Imagen oficial de búsqueda – Créditos: Instituto Colombiano del Bienestar Familiar
Operativo de búsqueda
El despliegue incluye recorridos en Cajicá y en municipios cercanos como Zipaquirá, Chía, Cota y Tabio. Las labores se extienden a bosques, orillas del río y bodegas abandonadas.
La Policía Judicial analiza más de 20 terabytes de grabaciones de cámaras de seguridad del colegio y sus alrededores para trazar los últimos pasos de la niña. “Es probable que, en caso de rapto, la menor no haya sido sacada de Cajicá. Seguimos revisando cada pista”, explicó Wilson Halaby, secretario de Seguridad del municipio.
En las últimas horas se sumó el perrito de la familia Afanador a las labores de rastreo, ya que la niña tenía un fuerte vínculo con él.
Marchas y solidaridad
El fin de semana, más de 200 personas participaron en una caminata pacífica por Cajicá con camisetas blancas y velas encendidas.
La madre de Valeria, Luisa Cárdenas, envió un mensaje: “Si alguna persona la tiene, por favor entréguela. Queremos a nuestra hija de vuelta”. El padre, por su parte, insistió en que el caso es inusual: “No hemos recibido ni una llamada ni extorsiones. Es un caso extremadamente raro”.
En redes sociales circula el hashtag #ValeriaTeEsperamos, que reúne mensajes de solidaridad de vecinos, líderes comunitarios y ciudadanos de todo el país.
Recompensa e investigación
La Gobernación de Cundinamarca elevó la recompensa a 70 millones de pesos por información que permita ubicar a la menor.
El gobernador Jorge Emilio Rey pidió a la Fiscalía y a la Policía dar prioridad al caso: “No podemos permitir que la incertidumbre se prolongue. Se deben confirmar o descartar pronto las hipótesis”.
La Fiscalía también ordenó inspecciones en fincas cercanas y mantiene equipos especializados en rescate de menores.
Rumores y dolor familiar
En medio de la búsqueda, la familia de Valeria ha tenido que enfrentar rumores y especulaciones. “Han empezado a especular que somos culpables. Lo único que queremos es que nuestra hija regrese. Necesitamos apoyo, no señalamientos”, pidió su padre.
La comunidad insiste en que la búsqueda no debe detenerse: “Cada día cuenta. No podemos perder la esperanza”, expresó un vecino.
Lo que sigue
El caso de Valeria Afanador es hoy prioridad nacional. Autoridades locales, departamentales e internacionales trabajan de manera conjunta.
Mientras tanto, su familia mantiene encendidas las velas en la puerta de su casa, símbolo de esperanza de que la niña regrese pronto.
Búsqueda intensiva en el territorio
El operativo de rescate se extiende a los municipios vecinos de Zipaquirá, Chía, Cota y Tabio, además de zonas rurales y casas abandonadas en Cajicá. En las últimas horas se sumó un elemento emotivo: el perrito de la familia Afanador, que según su padre “quiere mucho a la niña” y podría ayudar a seguir rastros en la zona.
Más de 200 personas, entre organismos de socorro, bomberos, Policía, Ejército y voluntarios, participan diariamente en la búsqueda. Se han realizado recorridos en bosques, orillas del río y bodegas abandonadas, sin resultados concluyentes.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, pidió priorizar la investigación y alertó sobre la necesidad de descartar con rapidez si hubo participación criminal: “La Fiscalía y la Policía deben dar respuestas claras. No podemos permitir que la incertidumbre se prolongue”.