Un helicóptero de la Policía Nacional fue derribado este jueves en zona rural del municipio de Amalfi, nordeste antioqueño. El ataque dejó un saldo de 13 uniformados muertos y varios heridos, según confirmaron las autoridades locales.
La aeronave cumplía labores de patrullaje y abastecimiento cuando, de acuerdo con informaciones preliminares, fue alcanzada por un artefacto explosivo en pleno vuelo. Tras el impacto, la aeronave se precipitó en una zona montañosa de difícil acceso, lo que complicó las labores de rescate.

El presidente Gustavo Petro atribuyó la acción al Frente 36 de las disidencias de las Farc, organización que opera en el nordeste de Antioquia y que en los últimos meses ha intensificado sus ataques contra la fuerza pública. “Se trata de una respuesta terrorista de grupos que aún buscan sembrar miedo en el territorio”, señaló el mandatario en su cuenta de X.
La Fiscalía General de la Nación también indicó que las primeras investigaciones apuntan a la autoría del Frente 36, que forma parte del autodenominado Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc. Ningún grupo armado se ha atribuido de manera directa la responsabilidad del ataque.
Las autoridades desplegaron refuerzos militares y policiales en la región para recuperar el control del área y garantizar la seguridad de las comunidades rurales. La Gobernación de Antioquia calificó el hecho como “una tragedia nacional” y aseguró que se activaron protocolos de apoyo a las familias de las víctimas.
Este atentado se da en medio de crecientes cuestionamientos a la política de “paz total” del Gobierno, mientras la violencia en varias regiones del país evidencia la fragmentación de los grupos disidentes de las Farc.


