El expresidente Álvaro Uribe Vélez sorprendió al país al anunciar que renuncia de manera expresa a la prescripción en el proceso judicial que enfrenta por presunta manipulación de testigos y fraude procesal. La decisión, comunicada en una carta al Tribunal Superior de Bogotá, implica que su caso podrá continuar sin límite de tiempo y que no habrá posibilidad de que se cierre automáticamente por vencimiento de términos.
Con este anuncio, Uribe busca enviar un mensaje político y jurídico claro: quiere que la justicia avance hasta el final y emita una decisión definitiva sobre su situación. La prescripción es una figura legal que le hubiera permitido cerrar el proceso sin un fallo de fondo, pero con esta renuncia, el expresidente elimina cualquier duda sobre su disposición a afrontar el juicio.
El caso contra Álvaro Uribe ha sido uno de los más mediáticos de los últimos años en Colombia. Durante más de una década ha estado marcado por controversias jurídicas y políticas, dividiendo a la opinión pública entre quienes lo defienden como líder del uribismo y quienes lo consideran responsable de graves irregularidades.
El expresidente asegura que su decisión busca darle transparencia al proceso y evitar interpretaciones sobre supuestos beneficios legales. Ahora, el tribunal deberá continuar con las audiencias hasta llegar a un fallo final.
