En medio de las crecientes tensiones por la seguridad en la frontera colombo-venezolana, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, aseguró que la presencia de grupos armados irregulares en la zona “no tiene nada que ver con Venezuela”.
El pronunciamiento se produjo un día después de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, señalara que guerrillas como la Segunda Marquetalia y el ELN mantienen operaciones tanto en Colombia como en Venezuela.
Cabello defiende control venezolano en la frontera
En transmisión por Venezolana de Televisión (VTV), Cabello afirmó que todas las fronteras de Venezuela con Colombia están “resguardadas al extremo” por fuerzas policiales y militares.
“Estos hombres y mujeres de nuestras fuerzas están desplegados con experiencia positiva a lo largo y ancho de toda nuestra frontera. Lamentablemente, no podemos decir lo mismo del lado colombiano”, expresó.
El funcionario sostuvo que la vigilancia es total en el territorio venezolano y que, en los últimos días, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha destruido al menos cinco intentos de campamentos de narcotráfico.
El cruce de declaraciones con Petro
Las afirmaciones de Cabello se dan en respuesta a las palabras de Gustavo Petro, quien advirtió que “no debe haber grupos armados binacionales en nuestros territorios” y pidió al Gobierno venezolano “sacar a fondo” a las disidencias de las FARC y al ELN de su territorio.
Petro también señaló que estos grupos no solo actúan con violencia armada, sino que recurren a la corrupción:
“Decenas de toneladas de cocaína han caído del lado venezolano y funcionarios públicos han sido sobornados. La estrategia de estos grupos es al estilo traqueto: comprar oficiales y funcionarios de ambos Estados”, dijo el mandatario colombiano.
Maduro insiste en cooperación con Colombia
En paralelo, el presidente Nicolás Maduro ha reiterado la necesidad de trabajar en conjunto con Colombia para enfrentar a los grupos armados que operan en la frontera.
“Hay que seguir tendiendo la mano a Colombia, a la gente que quiere paz, a la gente que quiere que la frontera funcione mejor”, manifestó en recientes declaraciones.
El Gobierno venezolano anunció que en las próximas semanas aumentará el pie de fuerza militar en las zonas limítrofes, buscando reforzar el control territorial.
Acusaciones cruzadas en un contexto complejo
Mientras Caracas asegura que mantiene control total en la frontera, Bogotá insiste en que los grupos irregulares encuentran refugio en territorio venezolano.
Cabello, considerado el número dos del chavismo y mano derecha de Maduro, insistió en que los problemas de violencia y narcotráfico en la frontera son de origen colombiano y que Venezuela no tiene responsabilidad.
“La guerra del Gobierno colombiano contra grupos irregulares y paramilitares es histórica. Nada de eso tiene que ver con Venezuela”, subrayó.
Lo que está en juego
La frontera colombo-venezolana, de más de 2.200 kilómetros, es uno de los puntos más críticos de seguridad en la región. En esa zona confluyen guerrillas, disidencias, bandas de narcotráfico y economías ilegales.
Las declaraciones de Petro y Cabello reflejan la dificultad de coordinar esfuerzos bilaterales en un territorio marcado por la desconfianza política y militar entre ambos países.